Editorial: la mesa técnica
Augusto Galán Sarmiento MD. MPA
Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud
Bueno, se dieron las reuniones de la denominada Mesa Técnica por la Transformación del Sistema de Salud convocada por los honorables representantes coordinadores ponentes del proyecto de ley 312/2024 de Cámara. También asistieron los ministros del Interior y de Salud, junto con sus equipos; así como funcionarios del ministerio de Hacienda. Este centro de pensamiento estuvo entre los invitados presentes.
Lo primero que se debe destacar es la cordialidad y el respeto con los cuales se dio trámite a las conversaciones. Podemos dialogar desde nuestras diferencias sin necesidad de agredirnos; parece una nimiedad destacar esto, pero en el entorno en que vivimos, es válido y necesario hacerlo. Si se llegan a acuerdos, sería excelente. Si no, pues no pasa nada, tampoco se trata de imponer una razón. Lo fundamental es que se escuchen, entiendan y atiendan los disensos frente a la reforma presentada por el gobierno. Mucho más cuando lo que buscan es contribuir a lograr los mejores cambios para la evolución del sistema de salud en beneficio de todos los colombianos.
La asistencia fue plural y estuvieron presentes la mayoría de las voces de los agentes del sistema de salud, aunque la ausencia de representantes de las asociaciones de pacientes fue evidente. Confiamos en que esas voces sean atendidas y escuchadas.
Los disensos se hicieron presentes con la propuesta gubernamental. Los más relevantes y estructurales se expresaron en torno a que el proyecto de ley no resuelve los temas coyunturales que generan la crisis actual del sector salud, pero tampoco establece una ruta clara para avanzar en la consolidación de los avances adquiridos por los ciudadanos en el goce efectivo del derecho a un seguro de salud y a la protección individual que conlleva. Además, la integralidad de la atención para los ciudadanos se vería comprometida por los cambios propuestos en la estructura operacional del sistema y eventualmente serían regresivos en principios constitucionales como la solidaridad y la eficiencia, lo que a su vez conduciría a un impacto en la universalización o cobertura de la protección en salud.
Mención especial tiene el tema financiero. Este centro de pensamiento publicó un nuevo boletín sobre la situación del sistema en esta materia y específicamente sobre la de las EPS (la puerta de entrada al sistema de los dineros para la salud). El corte de tiempo: junio 2024. El deterioro financiero continúa. Los datos más relevantes: resultado operacional negativo en 1,9 billones de pesos. El 52 por ciento de ese resultado recae en las EPS intervenidas por el gobierno nacional. La pérdida patrimonial se incrementa y alcanza 6,1 billones de pesos de los cuales 4,4 billones corresponden a EPS del régimen subsidiado. Es muy importante destacar que los balances financieros de la Nueva EPS no están incluidos en el boletín porque no se encontraron en los reportes oficiales de la Superintendencia Nacional de Salud, que son la fuente del análisis. El resultado operacional puede ser aún más negativo entonces.
Por eso se requiere atender la insuficiencia de la Unidad de Pago por Capitación de tal manera que se pueda cerrar el año 2024 sin contratiempos para los agentes del sistema y en especial para los usuarios y pacientes. Esto va unido a la necesidad de pagar la deuda que el gobierno nacional tiene al sistema de salud por presupuesto máximo de los años 2022 y 2023; así como realizar el cierre presupuestal de este rubro para el presente año. Como sabemos, estos últimos recursos son clave para financias las atenciones de los pacientes con enfermedades huérfanas
De las comunicaciones del ministerio de Hacienda no queda claro el costo de la reforma. En otras palabras, no sabemos cuánto costarán los Centros de Atención Primaria, tampoco el fortalecimiento de la infraestructura hospitalaria ni el mejoramiento de las condiciones laborales del talento humano en salud que se proponen. Lo que debe ser claro, es que los recursos que se necesiten no podrán extraerse de aquellos destinados para atender las prestaciones en salud en el marco del aseguramiento. Además, el propio ministerio de Hacienda es claro que se debe pagar la deuda al sistema. Conclusión, no hay aun aval fiscal para esta reforma.
Tenemos la expectativa y la esperanza de que la observaciones, preocupaciones y propuestas que se expusieron a la Mesa Técnica y a los coordinadores ponentes, por quienes expresamos disensos, sean tenidas en cuenta y contribuyan a definir la mejor evolución para el sistema de salud. Ya veremos la ponencia que redacten. La voluntad de buscar acuerdos se mantiene sin modificación.