Editorial: salud global
Augusto Galán Sarmiento MD. MPA
Director Centro de Pensamiento Así Vamos en Salud
Se inició en Cali la 16ª edición de la COP o cumbre mundial por la biodiversidad. Un evento importante que nos llama a la reflexión y a la acción para proteger nuestra naturaleza, amenazada por la profundización de un cambio climático que conjuga ciclos terráqueos -que todavía necesitamos estudiar y entender mejor- con una acción depredadora de nosotros los humanos en distintas partes del mundo.
Las expectativas sobre el resultado de esta cumbre nos deberán conducir a perseverar en la protección de nuestra biodiversidad, entendiendo que los avances son más lentos de lo que quisiéramos. Muchas de esas conferencias internacionales parecen diálogos inconclusos en los cuales la concreción para la acción se vislumbra difusa y pareciera lejana a convertirla en realidad.
El Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD por sus siglas en inglés) señala que esta COP16 se desarrolla en medio de grandes expectativas para que los países cumplan con los compromisos del Marco Mundial para la Biodiversidad (GBF por sus siglas en inglés), y la atención se centra en las estrategias y planes de acción nacionales sobre biodiversidad (NBSAP por sus siglas en inglés).
De acuerdo con esta entidad “Se ha alentado a los países a actualizar las estrategias y planes nacionales de acción para la conservación de la biodiversidad (NBSAP) a fin de que reflejen un enfoque más centrado en los derechos humanos y en enfoques inclusivos y equitativos basados en los ecosistemas para la conservación, restauración y uso sostenible de la biodiversidad, que estén en consonancia con el enfoque de sociedad en su conjunto descrito en el Marco Mundial para la Diversidad Biológica. Además, las estrategias y planes nacionales de acción para la conservación de la biodiversidad (NBSAP) eficaces deberían incorporar procesos sólidos de seguimiento y evaluación para garantizar la aplicación eficaz del marco”.
Ya lo mencionamos hace unos años en estas páginas. Las estructuras internacionales para dar cumplimiento a esos propósitos se perciben muchas veces impotentes ante el avance de los diversos riesgos que existen. Los esfuerzos de los organismos multilaterales mundiales, con más de 60 años de existencia, no responden de manera efectiva a las amenazas. Las guerras entre naciones, los conflictos internos, el tráfico de armas, el narcotráfico, la trata de personas, el cambio climático, las pandemias y las epidemias, son las más evidentes. En las conferencias multilaterales se emiten recomendaciones y se proponen compromisos de cooperación, pero las mismas naciones no avanzan con la velocidad que se requiere y tampoco les permiten llegar más lejos a esos organismos multilaterales.
El riesgo mayor desde el punto de vista del impacto evolutivo es el que causa la proliferación anómala de la raza humana en diversos sistemas ecológicos. No hay ninguna especie en la historia del planeta que haya crecido tanto. Veinticinco veces desde que surgió la agricultura; diez veces desde la peste negra. Tres mil millones de habitantes en 1960; cinco mil millones en 1987 y más de ocho mil millones hoy. Los riesgos sanitarios se incrementan por las migraciones, los desplazamientos, el urbanismo desordenado, la deforestación, la minería ilegal y la intromisión del hombre en sistemas ambientales, que estimulan la aparición de enfermedades reemergentes y por supuesto de las emergentes.
La protección de la naturaleza y la biodiversidad se relaciona directamente con la salud global, que parece tener una presencia matizada dentro de la COP16. Los riesgos están ahí; infecciones virales y de otro orden; desnutrición y problemas de salud reproductiva; creciente carga mundial por enfermedades no transmisibles y sus factores de riesgo asociados; efectos del cambio climático sobre la salud, así como aquellos derivados de las políticas comerciales.
¿El Ministerio de Salud se halla en las discusiones de la COP16? ¿Cuál es su posición? ¿Cuál es su planteamiento? ¿Tiene algo que decir este ministerio sobre el funcionamiento de un mecanismo multilateral para el reparto justo y equitativo de los beneficios derivados del uso de la información de secuencias digitales sobre recursos genéticos?
Nuestras autoridades sanitarias parecen más enfocadas y comprometidas con una reforma al sistema de salud que impacta tan solo el 10 por ciento de la salud de las personas. Las enseñanzas de la pandemia por Covid-19 parece que pasaron de largo y pertenecen a las cenizas del pasado.